
San Juan, Puerto Rico – La Federación Puertorriqueña de Voleibol (FPV), junto con su Director de Árbitros, Arnaldo Piñeiro, tomó la iniciativa de organizar una jornada de capacitación dirigida a árbitros, jueces de línea, anotadores y estadísticos, reafirmando su compromiso con la educación continua y el desarrollo profesional de su personal técnico.
“Con el objetivo de actualizar conocimientos y adaptar procesos a los recientes cambios en el reglamento internacional, la FPV reunió a 96 profesionales de las ligas LVSF y LVSM en un adiestramiento clave para la evolución del voleibol en Puerto Rico.
“Para llevar a cabo esta iniciativa, se contó con la participación del árbitro internacional mexicano Daniel Dágalo, quien desde 2003 ha jugado un rol fundamental en la formación arbitral en México y en el ámbito NORCECA. Su intervención permitió no solo examinar las modificaciones reglamentarias, sino también ofrecer una visión internacional sobre su aplicación en el juego.
Asimismo, el curso incluyó aportaciones de Manuel Calderón, secretario general de la comisión de estadísticas (VIS) de NORCECA, y Neila Alicea, experta en anotaciones electrónicas. Ambos profundizaron en los ajustes implementados en la hoja de anotación digital por la FIVB, subrayando la importancia de la integración tecnológica en el voleibol moderno.
Se reforzaron el conocimiento en las nuevas reglas que entrarán en vigor en 2025, destacando:
– La libertad de movimiento del equipo sacador.
– La prohibición de pantallas en el saque.
– Los criterios para la recuperación de balones disputados en la red.
El presidente de la FPV, Dr. César Trabanco, resaltó la importancia de esta iniciativa: “El desarrollo del voleibol no solo depende de los jugadores y entrenadores, sino también de la calidad y preparación de nuestros árbitros y personal técnico. La FPV mantiene un compromiso firme con la excelencia y la formación continua, asegurando que nuestro deporte se mantenga a la vanguardia de los cambios y exigencias internacionales.”
Con esta acción, la FPV demuestra que su compromiso con la profesionalización del voleibol abarca cada aspecto del juego, garantizando que árbitros y oficiales cuenten con la mejor preparación para enfrentar los retos de las competiciones modernas.